domingo, 30 de septiembre de 2012

Prision Perpetua





Despierto un poco desorientado en mi habitación, pues el hedor a putrefacción ha logrado interrumpir mi sueño, me duele la cabeza, pero algo ha cambiado, este ya no parece ser mi cómodo y acogedor apartamento, el aire esta turbio y pesado y ¡¡las paredes!! Parecen ser de carne putrefacta, emanando ese penetrante hedor a muerte, casi parecen respirar, es grotesco. Me acerco a la ventana para intentar ver hacia fuera pero esta muy opaca y no deja ver nada, y al tocarla, me doy cuenta que ha dejado de ser vidrio y parece ser una piel densa y estirada, ¡¿Qué demonios es esto?!, salgo de mi habitación muy entubado por lo que estoy presenciando, me dirijo hacia mi sala de estar y el ambiente es aun mas lúgubre, comienzo a caer en la desesperación e intento salir del apartamento pero para mi asombro, me encuentro con la puerta de entrada encadenada desde adentro con cinco enormes candados que parecen estar hechos de huesos, esto me descontrola, comencé a tener una agobiante sensación de encierro y desesperación, pero no quería perder el control, siempre he sido una persona que sabe manejar sus emociones, así que me tranquilice tanto como pude e intente asimilar la situación.

Me di la vuelta y comencé a observar a mi alrededor, como queriendo encontrar una respuesta a lo que estaba pasando, pero lo único que pude ver eran unas extrañas figuras que se formaban en la pared, parecía como si un rostro desfigurado y con los tejidos expuestos intentar salir de ella, es escalofriante y a la vez repugnante.
Repentinamente, a mis espaldas, el televisor se enciende, pero no muestra nada, solo estática, intento apagarlo pero es en vano, intento desconectarlo pero no esta conectado, un escalofrío me recorre el cuerpo de pies a cabeza erizando todos los vellos en el camino. Intento no tomarle importancia mientras trato de comprender lo que esta sucediendo en este momento. Estoy seguro que es mi apartamento, son mis muebles, mis fotografías están colgadas en la pared, aunque todo parece tan grotesco, tan demoníaco, pareciera ser la guarida de algún repugnante demonio.

La peste no me deja pensar bien, siento que mi cabeza va a estallar, apoyo mi mano en la pared y me sostengo la cabeza con la otra mano, puedo sentir el palpitar de la pared entre mis dedos, me siento aturdido, luego comienzo a sentir que la textura de la pared cambia y se va volviendo mas viscosa, me alejo de ella rápidamente, veo como se forma un circulo negro en la pared que va creciendo como una mancha y comienza a emanar una viscosidad negra, emanando también mas pestilencia. ¡¡Pero que demonios!!, es una mano, una mano comienza a emerger de la pared, me quedo estupefacto sin poder creerlo, pero no solo es la mano sino un objeto con forma casi humana lo que esta saliendo de ahí. Es algo horrible y repugnante, tiene ese espantoso olor tan penetrante que podría olerlo aun si no tuviera nariz, esta bañado totalmente en lo que parece ser sangre coagulada y rodeado por esa negra viscosidad, sus tejidos internos están expuestos y casi no tiene piel, parece estar inflamado y en evidente estado de descomposición, el hedor a cadáver es asfixiante. Pero mi asombro es mayor pues parece estarse moviendo y emitiendo gemidos ¡¡Esta Vivo!! No puedo creer que esa cosa aun viva, el ser me vio, y ví como un ojo se le cayo, pero éste sólo se lo reacomodo y comenzó a moverse hacia mi, lo hacia casi arrastrándose, comenzó a ponerse de pie y venia hacia mi emitiendo esos tenebrosos gemidos que parecían de un dolor insufrible. Preso del terror que me invadía, di unos pasos hacia atrás y tropecé con una silla que estaba tirada en medio de la sala, pero pude ver con este ser se abalanzaba sobre mi justo antes de caer al suelo, mi cabeza golpeo contra el piso y quede inconsciente.

Despierto de golpe con un grito angustioso y mi cuerpo bañado en sudor, en mi cabeza están aun todas esas imágenes de horror, pero cuando reacciono me doy cuenta que estoy en mi cama, en mi habitación, un agudo dolor de cabeza acompaña mi mañana. ¿Habrá sido solo un sueño?, si, debió serlo, un sueño muy real, me digo esto a mi mismo tratando de convencerme pero la verdad, con poco éxito. Me levanto de la cama y me acerco a la ventana de mi cuarto, todo parece normal, como debe ser, veo hacia afuera y observo en la calle las personas caminando y los autos circulando. Algo me impulsa a tocar el vidrio de la ventana, es un sentimiento mezcla de curiosidad y temor, se que es ilógico, se que es vidrio, ¿que otra cosa podría ser?, pero, tengo que tocarlo, tengo que asegurarme. Me acerco y lo toco… nada, es vidrio, ya lo sabia, pero en mi interior suspiro aliviado.

Ahora más calmado, observo detenidamente a mí alrededor, todo es normal. Tocando las paredes me aseguro que son lo que son, sólo paredes. Esto aumenta mi incertidumbre de lo sucedido antes, pues en vez de tomar esa calma y normalidad de la que me encuentro rodeado ahora como una prueba que nada ha pasado, lo único que consigo es aumentar mi duda, me pregunto con cada vez mas recelo lo sucedido anteriormente, ¿Qué fue lo que pasó? ¿Habrá sido real o no?

Aun adolorido e intentando poner mis pensamientos en orden, salgo de mi habitación y voy hacia la sala, apoyo la mano en la pared, en el mismo lugar donde lo hice antes y… como lo esperaba, nada. Me acerco al televisor e intento encenderlo y como todo lo demás, nada pasa, con ironía pienso que si hubiese encendido me habría asustado pues tiene meses de estar averiado. Observo la pared, el mismo lugar donde antes había brotado ese repugnante ser que no quisiera recordar, solo observo, prefiero no tocar ahí. Varios pensamientos surcan mi mente, como que seria horrible terminar así como ese ser, ¿que habrá hecho en vida para tener un castigo tan cruel? En ese momento, como un as de luz que atraviesa mi cerebro, una imagen llega a mi cabeza: la puerta de entrada, corro hacia ella, y quedo perplejo, petrificado ante la puerta, intento reaccionar pero mi cuerpo no responde, mis ojos observan la puerta, están fijos a la puerta. La imagen de la puerta y esos cinco candados me hiela la sangre y me llena de horror, entonces no fue un sueño, fue todo real. Intento controlarme nuevamente y pensar en una explicación lógica para esto, ¡¡ Pero que estoy diciendo?, esto no tiene lógica, tengo que salir de aquí!!. En un arranque desenfrenado cuando el temor se convierte en furia, corrí hacia el cuarto de baño y tome un hacha que ahí guardaba, regrese a la puerta y comencé a golpear los candados una y otra vez, una y otra vez, así unas veinte veces, hasta que mi furia se había disipado, pero este sentimiento ahora se convertía en desesperación al ver que los candados se auto reparaban a si mismos de cada golpe que les había propiciado, comencé a golpearlos otea vez con el hacha intentando en vano cortarlos pero estos re regeneraban una y otra vez haciéndose mas gruesos cada vez, no podía hacer nada, estaba agobiado observando algo a lo que no podía combatir, me detuve y el hacha comenzó a hacerse mas pesada y solo la deje caer a un lado, luego me derrumbe sobre mi mismo cayendo pesadamente sobre mis rodillas, a los pies de aquella puerta con esos cinco malditos candados, estaba perplejo, conmocionado, rozando el borde de la locura ante la imagen de esos candados en la puerta frente a mi, el mensaje era claro: yo no saldría de ahí.

Bajo la vista y observo mis manos: están sangrando le di con tanta fuerza a los candados que mis manos se hirieron, la piel se abrió y comencé a sentir el dolor. Aun me dolía la cabeza. Me levante para ir al baño a intentar curarme. En la sala tropecé con una silla, la maldije y solo la deje ahí tirada sin darle más importancia. Luego abrí la puerta del baño, entre y cerré la puerta, aunque vivía solo siempre tuve esa costumbre. comencé a buscar vendas en las gavetas, mi cabeza me estaba matando, abro la llave del lavamanos y me dispongo a asearme, en ese momento levanto la vista y veo el espejo frente a mi; algo no esta bien, mi rostro, me veo muy demacrado y casi cadavérico, yo no soy así ¿la condensación en el espejo no me deja ver bien?, acerco mi mano y lo limpio, pero ¡¡Mi Mano!!, tiemblo al ver mi mano pues puedo ver los huesos y tendones en su interior, y yo pensaba que era una simple cortada, con horror veo mi rostro en el espejo, no se como describir lo que ví, este dolor de cabeza no es solo una jaqueca, es un hoyo en mi cráneo, mi cerebro esta expuesto, ahora lo recuerdo, recuerdo por que me duele la cabeza, puse un arma en mi boca y dispare, la bala salio por la parte superior de mi cabeza, pero ¿no morí? ¿Como? Ese olor otra vez, el olor a muerte me invade otra vez, no, yo debería estar muerto, el ambiente alrededor mío comienza a cambiar, las paredes comienzan a transformarse en una masa de carne podrida y viscosa y se puede sentir como lentamente comienzan a palpitar rítmicamente como un corazón acelerado. Me veo a mi mismo y observo como la piel de todo el cuerpo se contrae y se abre, es en extremo doloroso, la sangre se coagula casi al instante y mis músculos comienzan a podrirse; la carne se me cae a pedazos dejando ver mis costillas y mi abdomen se abre dejando escapar mis vísceras, nunca creí decir esto pero mis intestinos se salían de mi y tenia que sostenerlos con lo que aun me quedaban de manos para que no cayeran al piso, mi cuerpo se estaba descomponiendo y es un dolor inimaginable.

Volví a ver el espejo nuevamente pero ahí ya no se reflejaba mi imagen, sino más bien, se veía una escena como en un canal de televisión, pero lo que ahí se reflejaba era una imagen de mi cuarto, y ahí estaba yo, acostado en la cama antes de haberme disparado en la cabeza. Di un paso hacia atrás y me topé a la pared, mejor dicho, me pegué a la pared pues los fluidos de mi cuerpo descarnado se pegaron de una asquerosa manera a los viscosos fluidos de la pared tras de mi, ahora convertida en una masa de carne podrida y palpitante. Pero no solo me había pegado a la pared, sino que sentía como esta me halaba mas y mas y no podía escapar hasta que me absorbió totalmente y me encontré dentro de esta palpitante pared, me sentía asfixiado, rodeado de una materia viscosa y oscura, esa sustancia se metía en mi boca y nariz y por todas las partes de mi cuerpo ahogándome sin llegar a morir. comencé a luchar para salir de ahí, luego de mucho esfuerzo logré sacar una mano, era mi esperanza de salir de ahí, comencé a luchar nuevamente, ahora con mas ahínco para poder liberarme y poco a poco pude ir escapando de la pared hasta que caí al suelo, bañado en esa sustancia negra y viscosa, pero extrañamente ya no me encontraba en el cuarto de baño sino en la sala de mi casa, de alguna manera me había desplazado dentro de la pared hasta llegar a la sala de estar, no sabia como, pero la verdad en ese momento esa no era mis prioridades, lo único que quería era que esa pesadilla acabara.

En el momento que caí al suelo desde la pared, levante la cabeza y pude ver a una persona que estaba ahí, quise levantarme pero un ojo se me cayó, me lo reacomode e intente acercarme a esa persona para pedirle ayuda pero mis cuerdas vocales estaban tan dañadas que de mi garganta solo salían unos espantosos gemidos, me asuste al escucharme a mi mismo, luego de esto pude ponerme de pie y con mis dos ojos bien puestos en sus respectivos lugares, pude ver a la persona que estaba parada frente a mi, y para mi asombro, era yo, ¿como era posible eso?, en cualquier otra circunstancia no lo hubiera creído pero ahora lo comprendía bien, ese era yo varios momentos antes cuando tuve esa mala experiencia que creía había sido un sueño, aunque no era nada en comparación a lo que estaba pasando ahora. Debía prevenirme de no suicidarme y lo intente, me acerque a aquel que era yo para advertirle o advertirme de lo que estaba sucediendo, pero una vez mas cuando abrí la boca solo salio ese macabro gemido de mi, y él se asustó, retrocedió y tropezó con una silla que estaba tirada en medio de la sala, se golpeo la cabeza contra el piso y quedo inconsciente ¡¡esa maldita silla!! Intente reanimarlo pero fue en vano así que lo levante y lo llevé a la cama justo a tiempo pues al momento de bajarlo un brazo se me desprendió.

Lo observe detenidamente por un momento, y ví su cabeza, estaba abierta, definitivamente no era por la caída, ya se había disparado, estaba muerto, recuerdo eso, recuerdo que lo primero que hice al despertarme fue dispararme en la cabeza, lo estaba viendo otra vez, no llegue a tiempo para advertirme de no hacerlo.

Un poco mas calmado, lleno de enojo y resignación por lo que me estaba sucediendo, recogí mi brazo y salí de ahí, me dirigí hacia la puerta y con sorpresa ví como los candados se abrían, las pesadas cadenas que sellaban la puerta cayeron al suelo, quería abandonar todo eso y dejarlo atrás, al fin podría liberarme, y entonces, lentamente con la única mano funcional que me quedaba abrí la puerta y la atravesé pero no era lo que yo esperaba, en realidad no estaba saliendo de mi apartamento, sino, entrando nuevamente, con la única diferencia que ahí todo se veía normal, la entrada a uno era la salida a otro era como estar al otro lado del espejo, donde la puerta marcaba la diferencia, cuando atravesé la puerta por completo mi mano se quedó adherida a ésta desde el hombro y se cerro tras de mi. Uno a uno comenzaron a aparecer los cinco candados que la sellan y mi mano que estaba ahí adherida comenzó a convertirse en un candado mas, son seis, ahora la puerta se sello con seis candados, al ver esto abandone toda esperanza y me deje caer al suelo, ahí tendido comencé a sentir como las pocas partes que aun colgaban en mi cuerpo se desprendían de mi y se fusionaban con el piso hasta que este se convertía en carne, y esa mancha de carne se fue agrandando poco a poco hasta alcanzar las paredes y el cielo falso, luego, cuando mi corazón se desprendió y cayo al piso, el lugar completo cobró vida, y las paredes poco a poco comenzaron a palpitar. Mi apartamento se había convertido en un lugar lúgubre, con el aire denso y viciado como la guarida de algún repugnante demonio. Mi apartamento cobro vida, pus yo le brindé la mía.

Despierto un poco desorientado en mi habitación pues un hedor a putrefacción interrumpió mi sueño, me duele la cabeza, pero algo ha cambiado…

lunes, 18 de junio de 2012

El muló.

Recordando una vieja leyenda que nos contaban a mi hermano y a mi de niños para que nos fuesemos a dormir sin refunfuñar.

"La lengua romaní (o caló) llama muló, participio pasado del verbo merau (morir), al cadáver de raza calé que abandona su tumba por la noche y regresa a ella con el primer canto del gallo."

En España, dentro de la mitología del pueblo gitano, existe, pues, un ser de características vampíricas: el muló (palabra que significa, literalmente, muerto).

Los mulé (en singular muló) son unas criaturas que tienen su origen en el nacimiento de un niño muerto o fallecido durante el parto, o en los hombres fallecidos de muerte violenta. Su cuerpo no tiene huesos, por lo que es dúctil y puede adoptar cualquier forma, incluso la de un animal o un vegetal. Sale vestido de blanco desde la puesta de sol hasta el amanecer y, también, durante el tiempo "muerto" que duran las doce campanadas del mediodía "que divide el sol de levante y el de poniente", siendo inoperantes el resto del día.

Estas malévolas criaturas se dedican a atacar a las mujeres y los niños, a los que hierven y deshuesan, por lo que no entran dentro de la clásica definición de vampiros chupadores de sangre, aunque comparten muchas de sus características.

lunes, 14 de mayo de 2012

El Penitente de Ovruch



Esta leyenda, muy poco conocida por ser propia de la pequeña ciudad ucraniana de Ovruch, es una de esas leyendas tan jóvenes (surgió a finales de los noventa) que recién acaban de superar el ámbito del rumor urbano.

Cuentan en Ovruch que existe un espectro, un fantasma que algunos han visto penando de madrugada, siempre alrededor de una iglesia, siempre en noches donde la soledad ha impregnado los alrededores del sitio en que se ha aparecido. Dicen que tiene dedos anormalmente largos, que viste de negro y que tiene un rostro que evidencia juventud pese a su monstruoso aspecto: cara aplanada, boca anormalmente alargada y amplia, un ojo más grande que el otro y el cráneo deforme, terminado en una puntuda protuberancia sobre la que cuelga su larga y despeinada cabellera rubia.

Todos los que lo han visto han relatado que caminaba y caminaba alrededor de la iglesia en que se aparecía, que a veces se detenía, se arrodillaba y lanzaba unos gritos escalofriantes pues tenía una voz carrasposa, grave; pero, sobre todo, empañada por una angustia que hacía pensar en los torturados del infierno y matizada por “un algo” indescriptible que denotaba un odio salvaje y abismal, difícil de encontrar incluso en la peor escoria criminal.

Pero lo más curioso de todo es que jamás ha sido visto antes de la una de la madrugada y que siempre, en todas sus apariciones, no ha habido nadie o prácticamente nadie cerca de la iglesia elegida. Es como si no quisiera ser visto, como si evitara dar a conocer su identidad. Además se cree que sólo se manifiesta cuando no hay luna.

Quienes han tenido el valor de acercársele han contado que el espectro salía de su abstracción (todos dicen que siempre estaba como absorto en sus pensamientos), que se volteaba, rugía potentemente, se tiraba al suelo delante del testigo, miraba hacia arriba con gesto agonizante y, después de que sus ojos se volvían completamente negros, su cuerpo translúcido se llenaba de fuego y el espectro desaparecía entre alaridos de dolor…

Su oscuro origen

Nada cierto se sabe sobre cómo empezó todo; no obstante, no más de cinco años tuvieron que pasar desde el inicio de las apariciones para que una versión sobre su origen se hiciera conocida y terminase siendo aceptada como real.

Nota introductoria para entender el supuesto origen de la leyenda: En 1986 se dio la famosa tragedia de la central nuclear de Chernóbil. Fue el accidente nuclear más grave de la historia: Prípiat y Chernóbil se convirtieron en ciudades fantasmas, 172 pueblos fueron desalojados y unas 90.000 personas tuvieron que ser redistribuidas por toda Ucrania. Se declaró entonces una zona de exclusión, unas zonas con control permanente y otras con control periódico, todo dentro del área afectada por la radiación, área en la cual ciertas localidades, tales como Ovruch, no fueron lo suficientemente afectadas como para ser desalojadas o sometidas a controles.

Origen de la leyenda: Inmediatamente después de la tragedia de Chernóbil, unas cuantas familias emigraron a Ovruch en busca de una nueva vida. No obstante, cuentan que a inicios de los noventa una viuda madre de cinco hijos llegó tras ser haber sido expulsada de Prípiat, una ciudad fantasma que fue declarada parte de la zona de exclusión que el gobierno soviético (en ese entonces Ucrania era parte de la U.R.S.S.) decretó tras el desastre nuclear. En otras palabras, la mujer y sus hijos habían estado viviendo en Prípiat sin que los controles los detectaran, lo cual no es muy difícil de creer teniendo en cuenta que, incluso en la actualidad, existe la leyenda urbana de que en Prípiat vive gente…

Según dicen, al llegar a Ovruch la mujer y sus hijos fueron conducidos a la casa de un tío, donde llevaron una vida relativamente normal hasta lo ocurrido a comienzos de 1996. Sólo dos detalles hacían que su vida no fuera completamente normal: el primero, que nunca se vio salir a la calle al menor de los cinco hijos, únicamente se vio a los otros cuatro; el segundo, que de vez en cuando se escuchaban gritos de dolor provenientes de la casa.

Sin embargo, en cierta fría madrugada todos los vecinos del barrio se despertaron tras oír gritos en una casa. “¡Los odio, los odio!”, era lo único que todos recuerdan escuchar aparte de unos cuantos chillidos de angustia, las detonaciones de una escopeta y los “¡Estoy ardiendo!”, previos a la escena del joven envuelto en llamas que salió a revolcarse en la acera mientras su vida se apagaba.

Tras venir a la escena, la Policía encontró muerta a la madre, al tío y a los cuatro hermanos del joven que al parecer se había auto-incinerado. La Prensa no dio mucha importancia al asunto. Nadie supo con certeza el porqué, simplemente se especuló que había existido presión policial para que el suceso cayera en el olvido…

Algunos vecinos le habían dicho a la Policía que a veces habían oído gritos de dolor provenientes de la casa. Alguien incluso afirmó escuchar una vez lo siguiente: “¡Mi cuerpo se quema, todo es tu culpa, todo es tu culpa por quedarnos en Prípiat, vieja estúpida!”. No obstante, la Policía le restó importancia creyendo que era un simple individuo en busca de protagonismo. Con todo, lo último que se supo fue que, según los análisis forenses, no existía gasolina u otro compuesto que permitiese pensar que el joven se había suicidado auto-incinerándose: al parecer, era un extraño caso de “combustión espontánea” ligado a lo que los forenses catalogaron como “alteraciones genéticas”

Síntesis y explicación sobre la difusión del supuesto origen de la leyenda:

En suma, la versión sobre el origen del espectro dice que él era el mismo joven que sufrió combustión espontánea ese día, que lo monstruoso de su cara se explicaba por alteraciones genéticas que sólo él (y no sus hermanos) desarrolló mientras vivió en Prípiat a espaldas del gobierno soviético, que había matado a su madre porque la culpaba de sus mutaciones y del ardor que sentía en su cuerpo, que mató al resto de la familia porque se sentía rechazado y había acumulado odio y, finalmente, que penaba cerca de iglesias porque estaba lleno de remordimiento y deseaba el perdón divino. Nadie ha explicado de forma suficientemente satisfactoria por qué el espíritu viste de negro. Unos dicen que está pagando el Purgatorio en la Tierra y que el atuendo negro le fue otorgado para representar la oscuridad de su alma; otros, menos fantasiosos, plantean que simplemente vestía de negro antes de quemarse. Lo cierto es que, con el paso del tiempo, la historia sobre el origen del fantasma se ha ido llenando de detalles e incluso ha llegado a figurar en ciertos foros virtuales de la web en ucraniano.

sábado, 14 de abril de 2012

El Jardín de Piedra

Era una fría tarde de invierno, y parecía que el primer rayo del mes iba a
caer sobre la Tierra. Seth, como todas aquellas tardes, estaba sentado junto
a la ventana de su habitación, leyendo un libro de terror y, observando como la
lluvia caía sobre el Lago de Piedra. A Seth, aunque no sabía por qué, le
encantaba sentarse junto a la ventana de su habitación a leer un libro los días
de tormenta.

Seth era un niño de doce años, de estatura media y con pocos amigos,
dado a que hace un mes que se había mudado a el pueblo donde nació su
madre aquel misterioso lugar. Su único amigo de aquel pueblo era un chico
llamado Yuri Dikensen. Yuri era un niño de su misma estatura, rubio y de ojos
azules procedente de Polonia. Yuri no era muy amistoso y, al igual que Seth se
había mudado allí hace unos meses. Yuri era así desde la pérdida de su
madre..

El extraño pueblo donde Seth y el resto de su familia se habían mudado,
era un pueblo pequeño al suroeste de Rusia. Los habitantes de aquel pueblo
eran personas aisladas y distantes, por la creencia en las leyendas, que ellos
habían inventado. Aquella leyenda contaba que todo aquel que entraban la
casa del Lago de Piedra empezaba a formar parte de las estatuas de su jardín.
Seth nunca creyó esa leyenda, aunque su abuelo se la contaba desde que
tenía cinco años. Su abuelo había desaparecido hace un mes por eso Seth y
su familia se habían mudado allí, a la antigua casa de su abuelo. Seth siempre
había creído que su abuelo enloqueció y decidió desaparecer, hasta que su
padre le dijo que habían encontrado el cuerpo de su abuelo junto a la casa de
el Lago de Piedra. Entonces, Seth empezó a creer esa leyenda.

Estaba todo oscuro. Seth no podía ni ver ni oír nada. De repente Seth
comenzó a oír una voz que le llamaba. Comenzó acorrer en la dirección desde
donde venía la voz, y al poco rato comenzó a ver algo de luz. Cuando se quiso
dar cuenta Seth estaba en la casa del lago de piedra. Aquel jardín estaba lleno
de estatuas, que se encontraban tapándose la cara con las manos. Entre todas
ellas reconoció una que le resultaba familiar. Era su abuelo Seth notó como el
pulso se le aceleraba y... Seth despertó sudando.

Seth estaba en su habitación. Todo había sido un sueño.

Seth dijo su madre baja a desayunar.

Ya voy dijo Seth con un hilo de voz.

Seth bajó a desayunar. Su hermano estaba comiendo como loco una
tostada con mantequilla de cacahuete.

Yuri ha llamado y ha dicho que te vendrá a buscar dentro de una hora, dijo
su madre.
Yuri era muy puntual así que podía llegar en cualquier momento. Seth
desayunó corriendo y subió las escaleras hacia su habitación para vestirse.
Hoy Yuri y él iban a entrar en la casa del lago de piedra.
El timbre sonó. Era Yuri. Seth cogió su mochila, y bajó corriendo las
escaleras. Cuando llegó abajo vio a Yuri con una mochila y un bastón enorme.
Seth salió de casa y emprendieron la marcha.
Estaban caminando por el bosque, y nadie había dicho una palara en
todo el viaje. Seth llevaba todo el camino preguntándose que habría hay
dentro. Pasados unos minutos divisaron la casa del lago de piedra.

Vamos corre dijo Yuri
Seth corrió detrás de él adentrándose en la casa del lago de piedra.

Seth observó las estatuas en la misma postura en la que se encontraban
en su sueño se quedó un rato observándolas. Seth se dio la vuelta y, cuando
volvió a mirar las estatuas vio que ya no estaban en la misma postura.

¡Las estatuas se están moviendo! gritó Seth.
Yuri ante el miedo que le invadía miró a una de las estatuas a los ojos, y
notó como su mano se le petrificaba.

Seth salió de allí corriendo, y cuando es taba fuera vio como su mejor
amigo se petrificaba ante sus ojos. Y, allí yacerá por siempre, enterrado en la
roca Yuri Dikensen ¿O no?.

El confesionario



Mi vida como santo padre es muy difícil. Pasar horas a la semana haciendo misa sin recibir un solo centavo a cambio.

Pero lo peor es oír las confesiones de todos estos pecadores que a veces me da vergüenza llamarlos hermanos. Hay veces que me dan ganas de renunciar y dejar todo esto, casarme, tener hijos. Pero ya di mi voto de celibato por Dios y lo cumpliré sin importar que.

Lo único que quisiera fuera que los que se confiesan no hicieran mi trabajo mas difícil de lo que ya es. He oído cosas de asesinos, ladrones, violadores, etc. Por desgracia, lo único que puedo hacer es decirles: "tus pecados son perdonados". Ni policía ni nada. Y para el colmo, se que ellos eventualmente volverán a hacer lo mismo.

Sin embargo, un día algo raro que cambió mi vida ocurrió. Era un día de sábado. Había empezado mi servicio cuando oí a una persona entrar. Empezó todo el proceso. Padre perdóname por todos mis pecados y bla, bla, bla. He faltado 3 misas, he pensado en hacerle infiel a mi esposa... Cuando acabo, ya estaba quedándome dormido. Hice toda la rutina, Dios te perdona y así. Así pasaron 3 tipos con basura que me hizo pensar si ellos se sienten realmente mal o solo están aburridos y vienen a pasar un rato aquí.

Ya cuando mi servicio se iba a acabar, oigo a un tipo decir:
Perdóname padre porque he pecado. Mi última confesión fue hace 15 meses.

Genial. Lo que me faltaba. Todo ese rato oyendo tanta basura. Sin embargo, curiosamente no lo había oído entrar. Comenzó a decir:

He faltado 60 misas (la 24ta. mayor cantidad que he oído), le he sido infiel a mi esposa, he golpeado duramente a mis hijos y...

Oigo que llora. Odio eso. Me dan ganas de decirle "deja el maldito llanto", pero en lugar dije:

Para de llorar hijo. Que hiciste?

Disparé a mis hijos y después me ahorqué.
Mis ojos se abrieron. Que clase de broma es esta.
Dios me puede perdonar, padre?

Mi ira se desató. No me importaba nada. Salí de mi caseta y entré a la de él. Al entrar, mis huesos se helaron. Salí lo mas rápido que pude.

Esa fue la gota que derramo el vaso. Renuncié como padre.

Eso fue hace 2 meses. Entonces, por primera vez, sintió compasión por esa alma. Ahora, no como padre, puedo finalmente decir:

Tus pecados son perdonados.

sábado, 7 de abril de 2012

Reportando cyborg.




A diferencia de los blog's pasados este no  hay mucho que reportar, excepto...en la escuela hay exceso de tareas, expresión oral y escrita, filosofía, historia son las materias que mas trabajo me han dado, hasta ahora las he hecho sin reproche y casi las termino.

En el caso personal, he estado muy cabizbaja, y es que me siento confundida, rechazada, fea, gorda, idiota, y ante todo patética, he intentando no sentirme así, yo misma me doy ánimos y trato de verme el lado positivo ante cualquier cosa que si estoy gorda "bueno pero tengo ojos bonitos", y así... pero todo  es inútil, no tengo ni un solo centavo por la mitad y mi madre... bueno necesitamos pagar los gastos del mes (mientras escribo esto lagrimas recorren mis mejillas).

Hace unos dias que me siento muy pero muy obesa, y como me lastime la espalda he dejado la natacion, me odio por el hecho de que tengo mil y un achaques: las rodillas me duelen, la espalda me duele, no tengo una buena matriz, problemas con los riñones y sin mencionar el problema de la presion arterial que sube y baja constantemente.

Y aun que he intentado de todo para bajar de peso, desde dietas y ejercicios, nada funciona solo falta una cosa por probar y eso es dejar de comer, lo se, se que esta mal, pero si mi madre no me apoya y yo creo que ya no estoy dispuesta a que me digan mas gordita, por todos lados estoy presionada, que si mi salud, que para conseguir novio. pero no lo hago por ninguna de esas razones sino.... quiero mirarme al espejo y gustarme, ponerme una blusa bonita sin que se me desparrame las longas, caminar por la calle sin que los hombres me miren y hagan sonidos de ascos... aun sigo sin entender por que isaias no me eligió o antonio, por que mario me dejo y dan me engaño ... quiero poder caminar tranquilamente o sentarme sin estar cuidando que no se me vea la llantita, que los pantalones me queden perfectos y que encontrar ropa ya no sea una batalla, por que ademas de que esta cara la ropa de gordas no se ve bien ...

lo este haciendo bien o no ... la decision esta tomada,

lunes, 26 de marzo de 2012

Sombras


Tengo poco tiempo de ser velador en este antiguo teatro, en ocasiones llego cuando aun esta el director y los actores ensayando, también he presenciado las discusiones entre el compositor y los chicos de la orquesta el apuntador tomando los últimos detalles con el guionista.
Me gusta llegar temprano para poder observar las pruebas de los técnicos de sonido, y los técnicos de iluminación, siempre me dejan observarlos para aprender de ellos, a mis 24 años no  tuve la oportunidad de estudiar ninguna carrera desde pequeño tuve que trabajar para ayudar a mi familia, afirman que si me esfuerzo puedo empezar como asistente del utilero y llegar  a ser uno de los técnicos de sonido o iluminación.
Y es aquí donde todo comenzó, una noche cuando todo quedo en calma, cerré la puerta como todas las noches, era una noche fría y estaba lloviendo a cantaros, y esta noche había decidido dormir en el foso, tendí mi bolsa de dormir delante de la primera fila de butacas, y me dispuse a hacer mi recorrido, como todas las noches empecé por  los vestuarios, camine el angosto pasillo, cuando de la nada las luces se apagaron – debe ser por la tormenta – pensé mientras sacaba mi linterna y la encendía, revise el cuarto, todo en orden, y el cuarto de utilería, revise sala por sala y siempre me dejo el escenario al final, me gusta fantasear que soy actor y ponerme frente a las butacas me llena de emoción.
Una de las ultimas salas que me faltaba por revisar es la de vestuario, pronto habría una obra llamada la dama de blanco, cuenta la trágica historia de una novia que fue brutalmente asesinada por su prometido y regresa de la muerte para vengarse, que tontería los fantasmas no existen.  
Abrí la puerta y comencé a inspeccionar, hay una puerta que conecta directamente al escenario, y note que estaba semi abierta me acerque y mire del otro lado, parecía que había una persona en el escenario, parada justo en el medio mirando hacia el frente, cuando le llame, la luz volvió de pronto, una de las luces me cegó directamente, por un instante no pude ver absolutamente nada, para cuando volví a mirar al escenario ya no había nadie, podría haber sido parte de mi imaginación, no le di más importancia y me dirigí a dormir no sin antes mirar el telón de fondo, habían pintado una hermosa casa antigua, terminado de eso me fui a dormir, no pude hacerlo bien, toda la noche sentí que me miraban desde los bastidores.
Por la mañana me fui a casa como todos los días, durante mi descanso, no pude pensar en otra cosa que en aquella persona que había visto sobre el escenario.
Cuando comenzó mi turno, el director gritaba al encargado de vestuario, algunos de los vestidos estaban rotos, a tijerazos, y al parecer el de utilería también tenía problemas,, varias de sus cosas estaban rotas, cuando pregunte nadie me podía dar razón, ni el vigilante de la tarde, me dijo que por la tarde alrededor de las cinco descubrieron que todo estaba de cabeza, el director me hizo algunas preguntas, pero cuando yo estuve aquí, no había pasado nada fuera de lo normal, solo aquella persona pero no podía decirlo dirían que estoy loco.
Hice mi rutina como todas las demás noches comencé de nuevo por los vestidores está vez tenía luz por lo que no tuve que usar la linterna, mientras estaba en el cuarto de utilería escuche la voz de una joven mujer cantando en el escenario, así que me sorprendí pensé que ya no habría nadie allí, así que corrí a ver quién era.
Era una joven muy atractiva, tenía el cuerpo de un ángel y cabellos largos de color negro, tenía sus dos manos juntas sobre el pecho y la canción que salía de sus pequeños y rosados labios parecía un arrullo, su voz, era tan dulce, me acerque para mirarla más de cerca y ver si podría reconocerla, pero, cuando estuve a escasos tres pasos de ella, dejó de cantar, dejó caer sus largos brazos a los costados, y empezó a llorar, yo no sabía qué hacer, y le toque el hombro, su piel estaba muy fría y lo atribuí a qué ella no traía ningún suéter o algo qué la cobijará además del ligero vestido que traía de un color celeste de satín, - señorita, ¿Se encuentra bien?, el teatro ya cerro - no obtuve respuesta de inmediato, cuando por fin se voltio a mirarme sólo sonrió y yo quede impactado por su belleza, dio media vuelta y salió por las bambalinas dejándome sólo y confundido en medio de ese gran escenario. 
En las siguientes noches no ocurría nada fuera de lo normal, hice mis rondas sin problemas, aun que aun seguía sintiendo que alguien me vigilaba desde la sala y curiosamente ese lado siempre estaba frio.
Una noche cuando regresaba de comer, mi celular sonó, al contestar un sonido como de interferencia me lastimo el oído, y colgué; me senté en una butaca observando todo del techo hacia abajo, la vara, la bambalina, el arco proscenio, la pierna, el escotillón, todo tenía un extraño color grisáceo, me había acomodado tan plácidamente en la butaca que poco a poco el sueño me vencía, aun no se por cuánto tiempo me quede dormido, pero una luz me despertó, me sorprendí al ver que no había luz solo las luces de las candilejas estaban encendidas, y de nuevo la mujer estaba cantando, me enderece y preste atención.
Era la misma mujer que había visto antes pero cantaba una canción diferente a la que había escuchado, en esta canción había más melancolía y en algunas partes se escuchaba que arrebataba la voz enfurecida, cada vez que llegaba a esa parte, la parrilla se movía de un lado a otro y las luces se intensificaban, miraba atónito a la pálida mujer y ella me respondió con la suya, extendió la mano como si quisiese que me acercara, lentamente me levante y camine hacia ella, subí tan pronto pude brincar el foro de orquesta, cuando estuve frente ella la tome de su mano.
Me cantaba de frente, mirándome fijamente, y en cuestión de segundos ya estaba bailando con ella en un ritmo acompasado, en ningún momento me dio desconfianza e incluso nunca sentí la necesidad de romper ese momento, al final de cuentas, yo ya había recorrido el teatro y todo estaba en orden, después de los altercados con el director y el encargado de vestuario habían decidido meterlo todo en una bodega de máxima seguridad hay un en cargado solamente para ese lado del teatro.
¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí?... preguntas que solo fueron formuladas en mi cabeza pero obtuve la respuesta de ella, mientras danzábamos ella miraba al suelo y me conto su historia.
Hace mucho tiempo cuando este teatro aun era una casa de adinerados empresarios, vivía ella con su familia, era la menor de tres hermanos, todos ellos hombres, al cumplir los quince años su familia le realizo una esplendorosa fiesta en su honor a la que asistieron las más grandes familias de la época.
Conoció al hijo de un acaudalado minero, de 22 años, al parecer a nadie le importaba la edad en ese entonces, después de la fiesta se frecuentaban, y para cuando ella cumplió dieciséis ya estaban comprometidos, la familia estaba entusiasmada por aquella unión que no solo elevaría el estatus social, sino que apoyaría a las finanzas de la familia que no estaban decayendo, pero nunca es tarde para reforzar y cuidar la economía.
Lo que la familia desconocía era que el prometido de su joven hija, en realidad no tenía intenciones de nada serio con ella, ellos si estaban en banca rota y obligado por sus padres, el día de la boda, se realizo con platillo y bomba. Los invitados fueron tratados como reyes y el prometido hizo demostración de su gran habilidad para la actuación, hubo un momento del día en que el se perdió de la vista de los invitados, preocupada, la joven esposa fue a buscarlo, y no pudo creer lo que sus ojos vieron cuando al fin lo encontró en brazos de otra mujer.
El prometido ahora el esposo la descubrió espiando, y la noche de bodas no fue de ensueño, el hombre se embriago hasta quedar dormido, los meses avanzaban sin que la joven y su esposo tuvieran un minuto de paz, todas las noches él llegaba ebrio y después de un tiempo comenzó a maltratarla verbalmente y no tardo mucho para comenzar a golpearla, presionados por las familias quedaron en espera de un niño, el primer heredero de la familia.
Una noche cuando todo estaba en calma ella comenzó con los labores de parto, su esposo no estaba y ella aun siendo una niña no sabía qué hacer y espero a que regresara, cuando lo hizo la joven le pidió ayuda, pero él no le hacía caso, después de tanto llanto el esposo enfurecido la golpeo hasta llevarla a la muerte.
Yo no podía creer lo que estaba escuchando, me quede perplejo y de mi boca no salía sonido alguno, mire por un segundo hacia los anfiteatros, estuve a punto de vomitar mi corazón por la boca, cuando al alzar su mirada me di de bruces con el grotesco rostro de la joven situado a un palmo de la mía. Entonces, me quede paralizado, temblando como una hoja de papel, con los ojos muy abiertos y trémulos, sin saber qué hacer.
La joven me miraba fijamente, con ojos inquisidores, en la más absoluta quietud. Y entonces escuche su voz, no en mis oídos sino en mi cabeza, - ¿Estás listo? – listo ¿para qué? De repente, la joven me dedico una macabra sonrisa llena de amarillentos y pequeños dientes, afilados como colmillos.
Intente gritar pero no salió sonido alguno de mi boca y entonces como si fuera una película en mi mente pude ver el rostro de su asesino… no lo pude creer, ese era yo, en otro tiempo, pero al final de cuentas era yo.
Se agazapo en señal de ataque y haciendo que todo temblara a mi alrededor , se lanzo contra mi.
A la mañana siguiente en los encabezados de los periódicos se podía ve  un titulo espeluznante: “Se encuentra cuerpo de vigilante golpeado hasta la muerte y colgado en el arco proscenio del teatro”
Se cuenta que la presentación de la obra tuvo muchos altercados muchas cosas dejaron de funcionar, los actores sufrieron extraños accidentes y el vestuario cambio de una noche a otra haciéndose más antigua de lo que se había planeado.